viernes, 7 de noviembre de 2014

Globalización y su relación con el Derecho y el Estado



Al preparar este ensayo y comenzar a investigar sobre la relación entre la “globalización” y el “derecho”, me llamó poderosamente la atención el poder que ejerce este fenómeno mundial que cambia radicalmente la percepción en cuanto a su relación con el derecho y el Estado.

Si bien la globalización solo se miraba desde una perspectiva económica, los Estados deben enfrentar una serie de cambios a nivel del derecho, con la finalidad de resguardar sus intereses nacionales pero sin afectar las relaciones con el resto de los países del mundo. Hay muy pocos países que aún continúan en su burbuja, como es el caso de Cuba, aunque igualmente no puede vivir sin las externalidades o apoyo que encuentra en otros países que auspician su forma de enfrentar sus relaciones con el resto del mundo.

Pues bien, ante este escenario disperso en un mundo globalizado, el derecho ha debido obligatoriamente ir variando y adaptándose a esta nueva realidad. De hecho, la clase de Derecho Internacional Público, que muchos observan de bajo perfil, es la rama en la cual se refleja claramente los ajustes normativos y recomendaciones que han debido enfrentar los Estados, con recomendaciones que van enmarcados a la protección de los derechos humanos, comerciales, sociales, culturales, políticos, etc., desde una perspectiva absolutamente globalizada.

Es más, la globalización y su relación con el Estado y el Derecho, viene desde tiempos remotos, solo hay que remontarse a la ejercicio imperialista de Roma, que implico que muchos pueblos adquirieran sus competencias judiciales y para que estas incidieran en la vulgarización de este derecho, que por lo demás perdura hasta nuestros días en muchas de las instituciones jurídicas que están incorporadas en los Códigos de nuestro país y del resto del mundo. Esta masificación y sociabilización de conductas legales y tradicionales en los países invadidos fue una globalización a escala del territorio descubierto en ese tiempo, pero que incluso fue capaz de traspasar las barreras del tiempo, rompiendo las barreras europeas e instalándose fuertemente en los pueblos latinoamericanos que lo ejercen jurídicamente hasta el día de hoy.

A esto se suman los tratados internacionales que han surgido post guerras mundiales, donde todos los Estados del mundo han tratado de buscar la paz y dejarla plasmada en acuerdos que hasta ahora nunca han tenido el efecto esperado, porque igualmente se generan conflictos bélicos que de alguna manera  obstaculizan el desarrollo a escala mundial  de una política globalizada, dado que la soberanía de los países continúa estando presente en todos los ámbitos políticos, con decisiones políticas autónomas y respetadas en los tratados internacionales.

En tal sentido, la globalización y el derecho no pueden ser separados. Como tampoco el Estado que representado por el gobierno de turno, debe necesariamente considerar las relaciones exteriores como parte fundamental de un mundo globalizado. Su fin principal, salvaguardar los intereses nacionales pero sin perder la oportunidad de tener aliados estratégicos que resguarden sus intereses en cualquier parte del mundo.



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